martes, 19 de julio de 2011

   SIN MIRAR ATRÁS




Salió corriendo, sin pararse a pensar... si lo hacia a lo mejor daba la vuelta y justo era eso lo que no deseaba.


 Necesitaba pensar como habían llegado ahí, que había pasado, no entendía dond se había ido todo lo que hubo entre ellos, donde se fue su historia, las risas, la complicidad... pero aunque no lo entendía, no estaba dispuesta a seguir viendo tanto desprecio e ironía en sus ojos, en los que antes solo veía amor.


 Y además ahora sí, lo sabía, lo había confirmado en sus respuestas, tenía a alguien, a alguien a quien le diría y daría lo que a ella le robaba... entonces se dio cuenta de que había salido sin las llaves, lo que hacía falta, si al volver tenía que abrirla y encima hacía algún comentario, no lo soportaría y lo que no quería es que viera el dolor que la infligía con su indiferencia. Decidió que aquello ya no la llevaba a ningún sitio, cogió el movil y marcó.


 Se asustó, notó a alguien detrás... se giró, con la sensación de que todo viene junto, pero era él, debió salir tras ella....


 Con sus llaves en la mano y con todo el cinismo de que era capaz, le preguntó.
-Como pensabas entrar bonita.


 No le miró siquiera... 
-Por que vas a volver.
  Ahí si que sacó el resto... parecía disfrutar humillándola.
-No


 Entonces si le miró y lo que vio en su ojos, no era ironía, ni rastro de esa chulería de la que hacía gala últimamente... vio algo muy parecido al miedo, al contrario que él no disfrutaba viendo eso en sus ojos, pero eso precisamente eso la dio fuerzas para hacer lo que sabía que tenía que tenia que hacer... darse cuenta que solo bajo una amenaza, parecía dar pasos atrás.


-No, no pienso volver, por lo menos no como piensas.
 Buscó en la agenda el número de Mamen... su Mamen, su hermana y gran amiga.
-Si 
-Puedes venir a buscarme.
-Como ahora
-Si
-Dame media hora
-Vale 


 Media hora después sonó el timbre, abrió y allí estaba Mamen con Carlos, el mejor hombre que se podía encontrar... que suerte había tenido ella. Cogió la bolsa, y se la echó al hombro.
-Solo eso, preguntó su hermana
-No mujer, se le escapó una risa, el fin de semana vengo a por el resto


 Esperó a oír algo por parte de él, una palabra que diera a entender que no quería que se fuera, por que sabía que una disculpa hubiera sido de película, pero nada...

 Salió al rellano y cerró la puerta, sin mirar atrás.



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